martes, 21 de octubre de 2008

Una vida sobre rieles

Por Nancy Sáez



"El último jefe de Estación"



Parecía un domingo cualquiera. A lo lejos, se escuchaba el silbato del tren arribando a la ciudad de Puerto Deseado. Sin embargo, Carlos Gómez Wilson, "último jefe de estación" del Ramal Puerto Deseado- Colonia las Heras, sabía que aquel 13 de enero de 1978 no era un día más, sino que era un día funesto para la ciudad portuaria ya que por disposición del gobierno del General Videla (1976-1981) éste, sería el último viaje del Ferrocarril Patagónico.

La luz del sol proyectaba la sombra del tren sobre las vías. Las horas circulaban indiferentes a la desazón que sentía el jefe de estación que había dedicado buena parte de su vida útil al Ferrocarril Patagónico.

"El ferrocarril es mi vida" - dice - enseñando un expediente con dos hojas amarillentas en cuya primer hoja puede leerse el siguiente texto “Teniendo conocimiento que existen vacantes de practicantes de la Sección Tráfico y Movimiento, tengo el agrado de solicitar del Sr. Gerente, un puesto como tal. A los efectos que pueda corresponder, expondré al Sr. Gerente que poseo conocimientos de telégrafo, que soy Argentino y tengo 18 años de edad.”

La contratapa de lo que él llama “su vida” es una notificación de “su baja de la Empresa por razones de servicio” . Don Carlos resume indignado “Cuando yo entré, hice esta solicitud. Pero está la contratapa...¡con esta carta mimeografiada me sacaron del ferrocarril! ¡Me sentía pésimo!.


Había servido 34 años al ferrocarril, pensé que merecía una nota donde al menos se agradezca los servicios prestados... Para que veas que los militares no tenían muchos escrúpulos para despacharte, como tampoco los tuvieron para cerrar el ferrocarril ni para dejar tanta gente sin trabajo”.



Historia del Ferrocarril en Puerto Deseado

A veces dos hojas sintetizan el principio y fin de una historia, pero los papeles no siempre muestran lo que fue, ni lo que debió ser. La vida de Don Carlos Gómez Wilson aparece ligada como un eslabón más en la historia de la antigua ciudad portuaria y su ferrocarril patagónico. Quizá por su ascendencia pionera, o tal vez porque su alma aún escucha -a lo lejos- el viejo silbato del tren llegando a su estación.



Entonces la maquinaria de la memoria echa a correr sus engranajes...

“Como soy una laucha de papeles, tengo todos los temas archivados, telegramas, fotografías, recorte de periódicos de la época, actas, decretos, manuales y registros de carga del ferrocarril”- efectivamente, toda esa documentación aparece sobre la mesa, convirtiéndose, junto al testimonio de Carlos Gómez Wilson, en invalorable fuente de consulta y registro.

Cada 20 de septiembre, la ciudad de Puerto Deseado conmemora el aniversario de la puesta en marcha de la primera locomotora en la ciudad. Hecho que efectivamente ocurrió en el año 1909, homenajeando soslayadamente en el mismo acto, "el trabajo entusiasta de un grupo de hombres que - guiados por el Ing. Juan A. Briano- llegaron a sus playas a bordo del vapor “Neuquen” un 30 de abril de 1909 con el encomiable objetivo de “trazar sobre el desierto patagónico un camino de hierro hasta el lago Nahuel Huapi”

[1].

Carlos Gómez Wilson confirma, con pruebas en mano, que en realidad el ramal Puerto Deseado-Colonia Las Heras, formaba parte de un plan ferroviario nacional cuyo proyecto inicial era construir una línea férrea desde Puerto Deseado hasta el Lago Nahuel Huapi, que uniera en su trayecto las provincias patagónicas de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquen.

Dicho proyecto fue presentado por el Ministro de Obras Públicas, Sr. Ezequiel Ramos Mejía durante la presidencia de Figueroa Alcorta (1906-1910) y fue aprobado por el Senado en el año 1909 de acuerdo a los términos de la Ley N° 5559. El propósito fue fomentar el desarrollo de los Territorios Nacionales “y promover social y económicamente esas apartadas regiones, cuyos trazados habrían de demarcar sobre el suelo de la Patria, el testimonio contrastable de la soberanía Argentina en aquellas promisorias comarcas, en las que era hora de despertar su evolución adormecida". (“El Orden”, Puerto Deseado, 22 de febrero de 1962).

“Este grupo de líneas férreas se hicieron por razones de fomento y soberanía y cuando se cerraron, seguía haciendo falta el fomento y la soberanía en la Patagonia” - afirma con indignación el ex jefe de Estación.

"nuestras locomotoras eran de 1911, entonces no podíamos competir con la velocidad del camión"

-¿Qué uso se le dio al ferrocarril en la zona? ¿De qué manera aportó al desarrollo local?

Al principio el transporte de Carga fue lo más importante. Los viajes llegaban a las Heras para dejar las mercaderías generales en vagones cubiertos de 20 a 40 toneladas, de esa manera se abastecían las estancias y parajes que se iban formando alrededor de las vías. De regreso se traía lana. Se llegaron a transportar 5 millones de kg por año. Después fue la hacienda, los estancieros traían una hacienda excelente al frigorífico de Deseado. En una faena grande se han traído 315.000 animales en jaulas de dos pisos.
Más tarde predominó el transporte de mineral de plomo. El plomo venía de Chile por el Lago Buenos Aires a las Heras en camión, luego se lo subía al ferrocarril y de allí directamente al buque, porque las vías llegaban a la orilla del puerto. Se transportaban 58 millones de kilos de plomo al año.
Otro de los importantísimos servicios que prestó el ferrocarril fue el transporte de agua, porque Deseado no tenía agua dulce, entonces la traíamos de: Teller, Pampa Alta y Viedma que tenían pozos. Se llenaban los tanques y luego se traían a Deseado. En el pueblo había una cisterna grande y luego un privado con su camioncito "Ford T" abastecía de agua a los pobladores. Este servicio fue muy importante y perduró hasta que apareció Obras Sanitarias en el año 1.946.
Luego, en la época de Frondizi (1958-1962), se llevó mucho material de cañerías de petróleo, de gas a Pico Truncado porque el presidente había otorgado la consesión a empresas extranjeras. Con el paso del tiempo esta actividad decayó porque la gente del puerto comenzó a preferir el servicio del camión, pese a que el servicio del ferrocarril era más económico y tenía más capacidad de carga. (El ferrocarril cobraba prácticamente el 50% de la tarifa de los camioneros).
Como te dije yo estuve los 13 últimos años de jefe de estación y tuve la oportunidad de ver cómo fue decayendo la actividad del ferrocarril, lo que pasaba es que nosotros estábamos muy atrasados, porque nuestras locomotoras eran del año 1911, entonces no podíamos competir con la velocidad del camión. Era una carrera contra el reloj y nuestras locomotoras estaban un poco viejas y lentas, no obsoletas (aclara) pero tardaban 6 o 7 horas y para los contratistas era mucho.

¿Usted cree que el ferrocarril podría haberse salvado?

En Deseado el camión suplantó prácticamente el servicio del ferrocarril, en la década del 60. Nosotros llegamos a llevar 5000 toneladas y al último sólo una sola plataforma. En una oportunidad cuando llegó el buque puse 20 plataformas a disposición y cuando las cargamos, la gente del puerto la descargó y la pasaron a un camión. Como jefe de estación, por supuesto les cobré el alquiler, para que quedara asentado el antecedente porque después venían los jefes y preguntaban porqué si nuestro servicio era más barato, la gente del puerto no lo utilizaba. Para que vean que no era problema del ferrocarril, sino un problema de decisión externa a nosotros.
Respondiendo a tu pregunta, te insisto, acá lo que se debe tener en cuenta es que ese ferrocarril era de fomento y desarrollo, para mejorar las cosas, para que la gente viva, porque en la zona de Santa Cruz había 0,4 hab/km2 era muy poco. Al último sólo quedábamos 50 empleados para atender la línea, yo creo que valía la pena aceptar esa pequeña pérdida para mantener la soberanía, porque por ejemplo, el servicio de pasajeros también era muy bueno y bastante económico. Los coches tenían una capacidad de 39 pasajeros y el servicio se hacía dos veces por semana.
El tren contribuyó a federalizar y comunicar los pueblos, aportó lo posible y lo imposible, ahora se destruyeron muchos de los pueblitos que estaban a orillas del camino, y mucha gente emigró hacia zonas más cálidas como Comodoro Rivadavia, Trelew, etc.

¿En qué año comenzó a construirse la Estación del ferrocarril?

La obra comenzó en el año 1909 y en dos años ya estaba lista. ¡Es una obra de arte!. Fue construida principalmente por picapedreros yugoslavos que hicieron un trabajo excelente. Con punzones tallaban las piedras dándoles una simetría perfecta.
El ferrocarril trajo mucho trabajo a la zona, imaginate que Deseado en 1900 tenía sólo 400 habitantes y cuando se iniciaron las obras sólo en el ferrocarril habían 850 personas trabajando entre ingenieros, administración, supervisión y obreros, porque todo se hizo a pico y pala. Los operarios se pedían a Buenos Aires y luego venían por barco.




Puerto Deseado, Construcción de la Estación del Ferrocarril, año 1908

Los chatarreros y la pueblada

Sus ojos se pierden un momento en algún punto del infinito. Hay recuerdos que por propia decisión y necesidades psicológicas quisiera borrar, pero los retrotrae a la memoria porque son importantes "para que se conozca la verdad" - afirma.



"En el año 1972 teníamos un parque ferroviario compuesto por 100 vagones y 5 locomotoras funcionando, eran de Bélgica" - agrega. Puedo darme cuenta que el "aproximadamente" no existe para él. Sus datos y números son exactos.

Mientras continúa el relato, su voz cambia de tono, embriagada por la indignación y la impotencia describe "Yo ya estaba muy tocado, porque al último DESHUASARON el total de los vehículos y las locomotoras. ¡¡Se los dieron a los salesianos!!…yo tengo la constancia ahí. ¡¡Ellos se los vendieron a los chatarreros y cortaron todo para llevárselo por chatarra!!
Yo seguí 2 años más, hasta 1980, cuando me llegó la baja. Para mi fue una desgracia ver a los chatarreros, porque no solo cortaron y se llevaron los vagones…¡¡los deshasaron todos!! Los deshuasaron…total a ellos les interesaba el bronce, me parece"
. Reflexiona intentando encontrar alguna justificación lógica a tanta barbarie.

El gobierno había decidido anteponer un criterio economista al funcionamiento del ferrocarril y poco le importó el "patrimonio histórico", el trabajo, el desarrollo de la región y la soberanía.


"Por suerte el pueblo despertó y cuando sólo quedaban dos furgones…e incluso uno de ellos ya estaba montado sobre el camión de los chatarreros para llevárselo…¡¡la gente de Deseado se puso en los portones y no dejó salir al camión!!
Mientras tanto se habló con Río Gallegos y se consiguió que la Provincia los expropiara. Era uno de los mejores, porque era el "reservado", se usaba para trasladar gente importante, tenía comedor, caja fuerte, luz, cocina y dormitorio. Hoy está montado sobre rieles al costado del Banco Nación, era el 502"
-recuerda visiblemente emocionado y afirma mostrando una fotografía del orgulloso 502 del pueblo- "¡ese es el que quedó…y el chatarrero se lo iba a llevar. La gente no permitió la salida!"

Don Carlos Gómez Wilson es un ser humano noble, trabajador, de mirada afable y muy memorioso, pero quizá el rasgo más sobresaliente de su personalidad es su extremado sentido del orden.


Nació en Puerto Deseado, Provincia de Santa Cruz el 14 de abril 1928. Hoy tiene 76 años de edad. Se autodefine como “una laucha de papeles” y salta a la vista que es así, tiene toda su vida en archivos fielmente clasificados por temas. Es meticuloso y perfeccionista, no se permite errores.
Sobre la mesa una especie de biblia azul sobresale del resto de la documentación. Observo atenta, es el "Reglamento Interno del Ferrocarril” tiene hojas amarillas como todo el resto de la información, lo abro con curiosidad... increíblemente entre sus hojas se intercalan franjas de papel escritas a máquina.


Pregunto y responde naturalmente “esas son modificaciones que a lo largo de los años iban apareciendo, entonces yo las tipeaba en mi vieja Remington y las pegaba en el reglamento original”.

Quizá la suerte o el destino lo signaron para honrarlo con un título muy especial: ser el último jefe de estación. Homenaje que no es poca cosa, máxime si se tiene en cuenta que su abuela fue Doña Rosa Vericat viuda de Wilson, última sobreviviente de los primeros colonos que arribaron el 15 de julio de 1884 con el Capitán Antonio Oneto.


De esta manera, puerto, pueblo y ferrocarril se asocian en increíbles designios que sólo pueden tener una respuesta tangible al amparo de la “cruz del sur”.

Hay una historia que merece ser contada, una identidad y una memoria, la ferroviaria… y Carlos Gomez Wilson -último jefe de estación- esta dispuesto a hacerlo, "para que se conozca la verdad, para que se sepa cómo fue…para que no se olvide"…Porque él, aún escucha el silbato del tren llegando a la estación.

[1] Fuente: “El Orden” periódico de la Ciudad de Puerto Deseado, Septiembre 17 de 1959






El 15 de Julio de 1993, en coincidencia con el 109 Aniversario de la Fundación de Puerto Deseado, el Sr. Carlos Gomez Wilson (es el abuelo con traje y corbata a la derecha de Kirchner)recibe la llave de la estación de manos del entonces Sr. Gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner.

















3 comentarios:

  1. Bunisimo tu artículo. Lograste captar las emociones y sentimientos de un hombre que dedico su vida al trabajo y de una manera que me logró llegar al corazón.
    Felicitaciones seguí así!

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  2. Conozco en parte al personaje del cual constas su historia.
    Debo reconocer que has realizado una excelente investigación periodística.
    Felicitaciones !!!!!! Espero leer mas articulos de egresados de nuestra región.

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  3. Nancy, felicitaciones, presentás una historia que merece ser apreciada en su justo valor, un valioso aporte a la memoria colectiva.

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